miércoles, 23 de marzo de 2016

jurasicos, huevos, dinosaurios, muchos huevos de chocolates para las monas 2012, pero se preveen disminucion drastica de las ventas


Huevo jurásico elaborado por Alejandro Montes.
Tres innovadores y premiados reposteros, tres generaciones de la cocina dulce, se juntaron en Madrid para una competición sugerente: elaborar el “huevo perfecto”. En vísperas de la Semana Santa, y para echarle azúcar a los momentos de tensión, Paco Torreblanca, Oriol Balaguer y Alejandro Montes proponen unas monas de Pascua en las que hay que olvidarse de las posibles calorías y centrarse en el disfrute gastronómico y estético.


Bizcocho rematado con huevo de Pascua, elaborado por Oriol Balaguer.
Como homenaje “al amigo Bigas Luna y su película Huevos de Oro”, Paco Torreblanca ha creado una pieza escultórica de chocolate en diferentes texturas, con crema de vainilla y láminas de oro. Oriol Balaguer se decanta por los recuerdos infantiles de atmósfera circense y ha diseñado un "bizcocho rematado con un huevo de payaso". Como ingredientes, chocolate negro y blanco, moldeado con ecos de dibujos de Miró y con una textura aterciopelada. Alejandro Montes también ha dejado volar su imaginación hacia terrenos cinematográficos: su "huevo de Pascua Jurásico" simula un nido de dinosaurio. Y es el público infantil el destinatario de su propuesta, con sabores familiares como las natillas de vainilla y chocolate, las galletas y las mandarinas (en versión gelatina).


Pastel con huevo de oro, de Paco Torreblanca.
Para presentar sus sabrosas locuras, el trío de cocineros puso manos a la obra en un horno de pan (el espacio Harina Madrid). Elaboraron a la vista del público unas creaciones que los próximos días lucirán en el escaparate de sus locales. El levantino Torreblanca en Alicante y Valencia, el catalán Balaguer en Madrid y Barcelona y el asturiano Alejandro Montes en su pastelería madrileña Mamá Framboise. El chocolate, la nata, las frutas, el bizcocho y otros ingredientes apetitosos de la pastelería tradicional cobran formas espectaculares en las manos de estos artesanos que se se alían con herramientas de la cocina del siglo XXI, como el robot Thermomix. En su recetario hay más de 10.000 propuestas para emular en casa las creaciones de los maestros del mundo dulce.
Imagen de la mona de pascua del titanosaurio.
El Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont y Pastelerías ArtBo han iniciado una colaboración para dar a conocer la paleontología en un formato muy dulce. Por eso han convertido el titanosaurio que se expone en el Museo del ICP en una pieza de chocolate. La imagen del titanosaurio del Pirineo catalán, que vivió hace unos 70 millones de años en lo que ahora es la comarca del Pallars Jussà, en el norte de Cataluña, es obra del paleoilustrador Oscar Sanisidro.


Gracias a la colaboración del ICP y ArtBo, los niños y niñas de Sabadell pueden tener un titanosaurio en casa. La escena de chocolate está inspirada en los fósiles que investigadores del ICP han recuperado en diferentes excavaciones, así como en la investigación que han hecho después, tanto por lo que se refiere al aspecto del dinosaurio como del paisaje en el que vivió.
Los titanosaurios son un tipo de dinosaurios que vivieron en el Cretácico, hace entre 90 y 65 millones de años. Se conocen ejemplares relativamente pequeños, como los que hemos encontrado en Cataluña, de hasta unos 10 metros de longitud. Pero en otros continentes se han encontrado ejemplares que llegarían hasta los 35 m. Su nombre viene de la palabra griega titanosaurus, que quiere decir reptil titánico o gigante.
Tenemos un par de ejemplares de la mona de pascua del titanosaurio en el Museo del ICP, pero para comprarla hay que ir a cualquiera de las pastelerías ArtBo en Sabadell. El ICP obsequia a los compradores de la mona, o a los que la reciben de sus padrinos y madrinas, con una invitación al Museo del ICP, para poder descubrir la verdadera historia de este dinosaurio. La invitación es para dos adultos y dos niños.
Huevos jurásicos para celebrar la Pascua

Los maestros Paco Torreblanca, Oriol Balaguer y Alejandro Montes han mostrado hoy en directo en Madrid sus propuestas para actualizar la típica mona de Pascua, un pastel coronado por una figura (antaño un huevo cocido, hoy de chocolate) que los padrinos católicos regalan a sus ahijados y que se suele ofrecer el Lunes de Pascua.
A partir de esta tradición, los reposteros han dado rienda suelta a la imaginación, como en el caso de Montes, quien ha creado una auténtica escena digna de futuros paleontólogos: un muy realista nido de dinosaurio lleno de huevos.
Con esta creación, Alejandro Montes ha querido hacer un guiño a la portentosa imaginación de los más pequeños a la vez que un homenaje a productos que se han empleado "toda la vida" en las meriendas infantiles, como las galletas, la fruta o las natillas.
Sobre una base de piedra de pizarra, un desmigado de galletas y frutos secos imita la tierra, y sobre ella reposan unos muy realistas huevos moteados rellenos de natillas, uno de ellos ya abierto, lo que da a entender a los niños que un pequeño dinosaurio puede andar cerca...
Para aumentar la emoción, el repostero ha dibujado con aceite de oliva las huellas del dinosaurio sobre el plato, en el que también hay un pedacito de chocolate mordisqueado por cierta hambrienta criatura a la fuga, y gominolas de mandarina y zumo de melocotón.
Mientras, el maestro chocolatero Oriol Balaguer ha permanecido fiel a las líneas puras y arquitectónicas que caracterizan su trabajo, y ha optado por modernizar la mona de Pascua tradicional, sustituyendo el pastel por un bizcocho "gâteau" con mermelada de fresas coronado por un huevo blanco de pascua que representa una cara de payaso.
Balaguer ha explicado que el huevo de chocolate no debe ser ni muy gordo, porque sería imposible de comer, ni muy fino, porque no llegaría entero ni a la vuelta de la esquina, y ha demostrado cómo se unen las dos mitades empleando chocolate caliente a modo de pegamento.
La tercera propuesta, de Paco Torreblanca, está inspirada en una espectacular pieza que el repostero alicantino diseñó hace algunos años en homenaje a la película "Huevos de oro", de Bigas Luna, al que le une una gran amistad.
Torreblanca ha recreado hoy aquel diseño pero lo ha transformado en pasteles con aspecto de bombón y decorados con láminas de oro.

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