lunes, 24 de abril de 2017

Hacienda Cacaotera Jesús María realizó una representación sobre la cultura del cacao y el chocolate en la Zona Arqueológica de Comalcalco



Ofrendan el cacao para una nueva cosecha y realizan chocolate con piedra, tostador y jícara.
Ofrendan el cacao para una nueva cosecha y realizan chocolate con piedra, tostador y jícara. Foto: Amira Rosas
Por tercer año consecutivo, la Hacienda Cacaotera Jesús María realizó una representación sobre la cultura del cacao y el chocolate en la Zona Arqueológica de Comalcalco, rescatando las raíces prehispánicas de los mayas chontales donde se corta el fruto, se ofrenda el cacao para una nueva cosecha y se da la hechura del mismo con piedra, tostador y jícara.
El coordinador de agroturismo y mercadotecnia, Florencio Sánchez Rodríguez, señaló que se han presentado en el Tianguis Turístico Mundial de Acapulco, y en Xcaret han dejado los trajes e instrumentos de una cocina maya chontal; desde hace dos años implementaron una cocina similar en el museo Choco Stroy en París, Francia, donde la cultura europea los ha galardonado con el premio a la mejor variedad de cacao en el mundo.
Explicó que la tradición prehispánica marca la ofrenda del cacao a Quetzalcótal (Kukulkán), el hombre maya tiene todos sus accesorios con cacao, llama a los dioses con el sonido de su caracol, las mujeres hacen su ritual con los saumerios señalando los cuatro puntos cardinales, otras se dedican a la preparación con los comales, el petate, el batidor y la jícara.
En otra escena, se representa la primavera por medio de una joven recogiendo las flores del campo, los jóvenes campesinos traen su red para recoger el fruto del cacao, su morral para guardarlo y su espanta mosquitos, que se usaban en las haciendas antiguas.
Vestimenta significativa
Los trajes de las mujeres tienen distintos significados, los de color blanco representan la mañana, el amanecer y la flor del cacao, sus mantos de colores son los pistilos, donde los insectos polinizan para que nazca el nuevo fruto, la joven vestida de un tono anaranjado es la mazorca que comienza a madurar, el manto son las plantas madres, los bordados en la vestimenta reflejan la cultura y es la manera de hablar a los dioses.
“Todos estos trajes fueron debidamente investigados, porque estamos orgullosos de nuestras raíces y tradiciones, porque habla muy bien sobre el amor que tenemos a la cultura del chocolate, en la Hacienda Jesús María tenemos la misión de trasmitir la universalidad de nuestra cultura, que es sinónimo de orgullo”, finalizó Sánchez Rodríguez.