miércoles, 28 de septiembre de 2016

Sube a bordo del Tren del Chocolate, una deliciosa atracción turística organizada por la alianza Goleen Pass Services-Cailler Nestlé.


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Suiza es una tierra con sabor propio: a queso Gruyère y chocolate. Son la piedra angular de los souvenirs comestibles que atraen a los gourmet en bandada, capaces de hacerles olvidar por completo el impresionante paisaje que les rodea en el exterior: las interminables y escarpadas cordilleras alpinas, la fresca alfombra de las colinas que desemboca en los lagos, o las calles empedradas de los pueblos más pintorescos, como sacados de un libro de ilustraciones infantiles.
Sin embargo, ahora es posible combinar los dos atractivos que ofrece el país.
Embárcate en los elegantes vagones Pullman de primera clase que reinaron sobre las vías allá por 1915 y que resucitan en una ruta cultural para paladares dulces y salados. Venciendo los múltiples retos que implanta la orografía, el tren recorre de junio a octubre la localidad deMontreux. Nunca ha faltado a su cita, nunca ha descarrilado. Disfruta de un viaje de nueve horas a través de bosques y túneles mirando por la ventana el mejor documental que puede proyectar la naturaleza: las espectaculares vistas del lago Ginebra, cuyas aguas son de un azul tan intenso que rivalizan con el cielo.
Tras detenernos unos minutos de cortesía en los pueblos montañeses, como en el apacible Montbovon, hacemos una escala obligatoria en la villa medieval de Gruyeres, cuna del queso que lleva su nombre y que los pasajeros podrán comprar en las mejores fromageries de la zona, además de visitar el imponente castillo que domina el terreno.
Sin embargo, lo mejor del viaje se reserva para el final. Nuestra última parada es la famosafábrica de chocolate de Nestlé, lo más parecido a la casa de Willy Wonka que encontraremos en el mundo real, donde los humpa-lumpas se convierten en chocolateros suizos altos de piel pálida como la nieve que corona la cima de los Alpes. Nuestros anfitriones nos guiarán por un tour en el que observaremos de primera mano la elaboración del dulce preferido por niños y mayores. El Jardín del Edén de los más golosos en el que la única prohibición es marcharse sin haber degustado todos los tipos de chocolate que producen.
No pierdas la oportunidad de probar el mejor chocolate del mundo endulzado con el aroma silvestre del corazón de las montañas.

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