miércoles, 16 de marzo de 2016

mona de Rapunzel como construirla




Si tenéis la suerte de tener una madrina “manitas” invitadla a aventurarse en el fabuloso mundo del chocolate. Mi hermana el año pasado nos obsequió con esta fantástica Mona de Pascua de chocolate. Yo me encargué de la base de pastel y ella de la parte superior. Ya veis que yo elegí la parte más fácil:)
A continuación os muestro las imágenes que me iba mandando vía whatsapp para que fuera viendo los avances. Aunque al natural quedó espectacular y no cabe decir que a mi hija le encantó!
Aquí tenéis los INGREDIENTES:
  • 3-4 Kg de chocolate negro
  • 1 kg de chocolate con leche
  • 2 kilos de paciencia y 1/2 de imaginación
  • 1 Rapunzel
  • 1 Flynn Rider
  • 1 árbol con pajaritos

LA INSPIRACIÓN


Por si no lo sabías, la mona de Pascua es toda una tradición en Catalunya, un pastel que simboliza que la Cuaresma y sus abstinencias ya se han acabado.A lo largo del tiempo ha ido evolucionando y hoy conviven desde la mona más tradicional, con una base de bizcocho decorada con huevos cocidos pintados de colores y adornada con pollitos, plumas y grageas de chocolate, con las monas más modernas, donde el chocolate es el protagonista absoluto acompañado de los personajes más queridos por los niños cada temporada. Eso sí, siempre decoradas con huevos de chocolate.La costumbre es que el padrino regale la mona a su ahijado el Lunes de Pascua y  se reúna la familia para celebrar “el día de la mona”.Por esta razón, cuando llega Semana Santa, en Barcelona por ejemplo, las pastelerías compiten para exhibir en su escaparate la escultura de chocolate más espectacular con las princesas Disney, Hello Kitty, Cars, el Barça, Los Pitufos… y en una de esas idas y venidas a la pastelería (foto) es donde mi hija dijo: ”Mama, jo vull la mona de la Rapunzel!”. Y aquí empieza la aventura en nuestro post.

LOS PREPARATIVOS

Después de mirar varios dibujos y fotos de la torre de Rapunzel y ya con una idea preconcebida (mi sobrina me enseña la foto de la mona que le gusta de la pastelería), empieza la búsqueda de las herramientas para llevarla a cabo. El listón está muy alto, bufff, qué presión!

LAS HERRAMIENTAS

Si alguna herramienta no existe, se inventa! Para poder empezar la torre de Rapunzel ideé este “cachivache” como diría Ariel en La Sirenita, compuesto por el rollo de papel de plata, una botella de Cointreau y una lata vacía y limpia de Pringles.El rollo de papel de plata terminado, se ha de forrar por dentro con papel de plata… si no el cartón se queda pegado al chocolate… y os aseguro que colocarlo es un engorro. Por mucho que intentéis que no queden arrugas es imposible evitarlo. No problemo. Como luego simulamos piedras en la torre, se disimulan las arrugas dejadas por el papel de plata bastante bien.Mi primera intención era hacer toda la torre (torre y casita) de una sola vez. Error. Llené de chocolate el bote de Pringles con la intención de colocar el tubo largo y llenarlo al momento. No pudo ser. El chocolate de la base estaba demasiado liquido, y la estructura no se aguantaba ni de broma, así que decidí dejar endurecer el chocolate de las pringles lo suficiente para que soportara el peso del tubo largo. Primera cagada.

MANOS A LA OBRA: EMPEZAMOS LA TORRE!

Al retirar los tubos de cartón, la estructura aguanto… 2 minutos!! Intentar mezclar los dos chocolates a diferentes temperaturas no había funcionado. Además, parte del cartón del tubo largo quedo incrustado en el chocolate de la casita y costó media hora sacarlo por completo.Al final averigüé que era mucho mejor así. Tenia las dos partes separadas y me resultaba mucho mas cómodo trabajar con cada una de ellas.Para simular las piedras en la torre, se ha de utilizar un instrumento con la punta redondeada. Yo utilice un punzón de marcar madera al que había redondeado la punta con una lima, pero lo que realmente va bien (y que yo descubrí demasiado tarde) es algo tan sencillo como la punta de un bolígrafo gastado.

LA CASITA DE RAPUNZEL

Siguiendo el mismo procedimiento que antes, hice la ventana de la casita con un rollo de papel higiénico forrado de papel de plata que luego partí por la mitad. El agujero de la ventana propiamente dicha… Un cuchillo afilado y paciencia… de vez en cuando ayuda calentar el cuchillo para clavarlo mejor en el chocolate o para arreglar una zona que se os haya agrietado. No intentéis quitar demasiado chocolate a la vez. Se romperá.El tejado… ya os lo imagináis, no? Un embudo. Recordad que hay que untar el embudo bien de mantequilla!  sinó, es imposible sacar el chocolate de una pieza. Aquí también paciencia. Yo estropeé dos tejados antes de conseguir sacarlo entero… casi. Se me rompió la punta en el ultimo momento, pero la volví a pegar. Para simular las tejas, lo mismo que las piedras: punta redondeada y paciencia…

PREPARANDO LA BASE DE CHOCOLATE


Pegar las piezas resulto ser lo mas fácil. Después de varias pruebas, se me ocurrió algo que me ahorró un montón trabajo. Saqué todos los vasos que tenía y busqué los que tenían el diámetro que necesitaba y los llene de agua caliente. Así de fácil pegué la estructura de la ventana a la casita: calentándola al mismo tiempo que le daba la forma necesaria. Para las vigas, lo mismo. Hice una base de chocolate con leche y lo corte en tiras que calentaba con el vaso y colocaba inmediatamente en la torre. Se ha de tener cuidado, ya que al ser las tiras tan finas, re rompen con facilidad o se deshacen demasiado.

TERMINANDO LA CASITA DE RAPUNZEL


Y ya está! casi… Sólo faltaba pegar el tejado a la casita y la torre a la base con chocolate deshecho.

MIENTRAS TANTO EN MI CASA




Yo me encargué de preparar el bizcocho. Cualquier receta irá bien. En esta ocasión para no añadir más condimentos, no rellené el bizcocho como hago normalmente con mermelada de fresa o melocotón. Sólo lo cubrí de chocolate para tartas para que fuera acorde con lo que se le veía encima!

LOS ÚLTIMOS RETOQUES

Al ser la casita de chocolate macizo, pesaba demasiado, y no la pegue al momento, porque temía que la torre no aguantara el peso durante el trayecto hasta ver a mi sobrina… Así que lo hice “in situ”. Un poco de chocolate deshecho fue suficiente para que quedaran perfectamente unidas las dos estructuras. De hecho, después intentamos separarlas y no hubo manera!

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